La fundación del Convento de Madre de Dios de la Piedad de Sevilla se produjo el año 1472, promovido por Isabel Ruiz de Esquivel, viuda de Juan Sánchez de Huete.

En 1495 una inundación del convento que se encontraba entonces en Triana motivó la solicitud de ayuda a la Reina Isabel I. La reina les concedió unas casas de la antigua judería de Sevilla, pertenecientes a la comunidad judía.

La remodelación del convento comenzó en el año 1551 siendo objeto de una serie de privilegios por parte del rey de España Felipe III, que hicieron que un buen número de aristócratas ingresaran en la orden, como la viuda e hijas del descubridor Hernán Cortés.

Desde entonces, han sido muchas religiosas que desde la vida de clausura y la contemplación han querido seguir a Cristo desde el carisma concreto de Santo Domingo y la Orden de Predicadores. Actualmente la Comunidad de Madre de Dios la formamos 11 religiosas que, sintiéndonos herederas de tan importante historia y del legado que nos han dejado tantos Santos y Santas de nuestra Orden, queremos servir a nuestra Iglesia de Sevilla desde la oración, el silencio, la clausura y trabajo, mostrándole al mundo que la felicidad y la paz verdadera están en Dios.